¡Que tristeza culia!

Todas las informaciones ya daban al Orfeo como sede de la gran final de la Copa Davis, o por lo menos eso es lo que se vivía en todos los rincones de la ciudad.

El anuncio de la ITF, el pasado viernes, fue un mazazo para los habitantes de Córdoba y la decepción fue muy grande.

Se han dado muchos opiniones al respecto de esta decisión, pero sin lugar a dudas el manejo político una vez más llegó al deporte.

Las confrontaciones del Gobierno Nacional con el provincial es uno de los motivos por el cual se estipula de que el fallo llevó la final a Mar del Plata.

Pero como ciudadano de Córdoba, analizo otras razones. Una de las problemáticas que impuso la ITF para no designar la ciudad mediterránea fue el tráfico, algo que vivimos a diario los oriundos de estos pagos. Otro inconveniente es la distribución de las plazas hoteleras y todo lo que concierne a la llegada de turistas.

Solo espero que el intendente de la ciudad capte el mensaje que se le esta dando y ponga manos a la obra en estos aspectos negativos.

Una vez más la política influye de mala manera en el deporte, esperemos que en nuestro país alguna vez se revierta estas situación.

Solo queda un sentimiento, y como buen cordobés lo digo así:

¡QUE TRISTEZA CULIA!